viernes, 17 de diciembre de 2010

Hoy es un gran día porque a las 19PM se va a transmitir, por MTV, el final de una de las telenovelas más importantes, exitosas y apasionantes de los últimos tiempos: “Niñas mal”.
¿Por qué es importante? Desde el plano industrial, porque es la primera telenovela que se hace en MTV.
Esto tiene una trascendencia histórica pero, además, es fundamental porque nos invita a pensar sobre el éxito de las telenovelas como formato y sobre lo que va a pasar con los melodramas seriados en el futuro. ¡Está grueso!
Desde el plano editorial, “Niñas mal” es importante porque rompe con la mayoría de los esquemas que todavía se defienden en nuestras televisoras a la hora de plantear esta clase de emisiones.

“Niñas mal” es, para acabar pronto, un curso de actualización en redacción, dirección y producción de telenovelas, un fenómeno que merece ser estudiado.
¿Por qué le digo que este proyecto es un éxito si casi ni lo mencionan en los programas de chismes y si sus niveles de audiencia no se comparan con los de Televisa o TV Azteca?
Porque realmente fue un mega-cañonazo de “rating” a nivel continental, porque vendió lo que quiso a través de comerciales, discos y posicionamiento de productos en pantalla, y porque recontra-multiplicó su inversión.
¿A quién le interesa comparar esto con “Triunfo del amor” o “Prófugas del destino”? Es tan ocioso como querer comparar un restaurante de autor con las hamburguesas de McDonald’s.
¿Por qué le digo que “Niñas mal” es una telenovela apasionante? Porque no hay manera de verla y de no involucrarse, de no sorprenderse, de no interesarse.






Cada una de sus protagonistas representa un ángulo diferente de lo que significa ser mujer, cada uno de sus conflictos invita a un público más amplio.
Y por si esto no fuera suficiente como para adorarla, su manufactura no tiene nada que ver con el acartonamiento de la mayoría de las telenovelas que se hacen en toda América Latina.
Niñas mal” tiene gusto, parece un videoclip, parece cine y tiene una banda musical como para correr a comprarla de tan buena, amplia y diversa.
Hay muchas cosas que admiro de este concepto. Primero, los pantalones de MTV para invertir en algo que, en teoría, atenta contra su público y que, tradicionalmente, está posicionado como naco, como chafa, como espantoso.
Si alguien nos hubiera dicho hace cinco o tres años que MTV iba a producir telenovelas, más de un televidente nos hubiéramos dado un tiro de la desesperación.
Segundo, es como para aplaudirle de pie a estos señores la manera como fueron construyendo este melodrama seriado porque, a pesar del título, tampoco se imagina usted una idea hiper-revolucionaria, agresiva o contestataria como “Las Aparicio”.
“Niñas mal” es el paquete de historias más choteadas y convencionales que usted se pueda imaginar, pero están tejidas de una forma magistral y sus escritores las fueron retorciendo, retorciendo, hasta que las hicieron crecer a niveles insospechados.
Esto se tiene que decir porque en México, las telenovelas tienden a tener cinco o diez primeros capítulos muy buenos y luego se desploman.
“Niñas mal” tuvo cinco o diez primeros capítulos muy buenos, pero en lugar de caer, fue subiendo, fue creciendo, y lo que ha estado pasando en los últimos días ha estado súper-cardiaco, completo y divertido. ¡Me encanta!
Y tercero, admiro el retrato tan honesto y libre que los creadores de esta telenovela han hecho de los chavos del siglo XXI.


A diferencia de las telenovelas juveniles de Televisa (“Atrévete a soñar”) o de las de TV Azteca (“Quiéreme tonto”) aquí los chavitos hablan como se habla en la calle, dicen groserías y tienen vida sexual.
Volvemos a lo mismo, en México, a la hora de hacer telenovelas para jóvenes, siempre se pretende negar la realidad, dar mensajes “positivos” y es rara la ocasión en que no se parta del supuesto de que la juventud es mala, de que los chavos están equivocados o de que necesitan portarse “bien”.
Por último, no me quiero quedar sin hacerle un reconocimiento a los actores de esta producción porque, a pesar de pertenecer a culturas diferentes, manejan un mismo tono y nos regalan algo completamente diferente a lo que nos están dando en títulos como “Cuando me enamoro se detiene el tiempo”, “Entre el amor y el deseo” y “Llena de amor”.
Aquí los actores crean, juegan y aunque muchos de ellos no sean famosos, uno les cree como a la mejor de las estrellas. Para que vea que no siempre es necesario llevar o traer actores de un canal a otro para llamar la atención de las audiencias.
En resumen, si usted quiere ver algo bueno esta tarde, luche por ver el desenlace de “Niñas mal”. Le va a encantar.
Y gracias, MTV. Gracias por creer en las telenovelas, gracias por rescatarlas, gracias por demostrar que esto tiene futuro porque lo tiene. ¿A poco no? ¡Felicidades!
“Niñas mal”, una de las telenovelas más apasionantes de los últimos tiempos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario